Como habéis podido comprobar durante muchas de las entradas de este blog, las personas con discapacidad física pueden practicar infinidad de juegos, deportes y actividad física en general. Para ello, únicamente hace falta que entrenadores, monitores o profesores tengamos un poco de imaginación a la hora de adaptar los juegos o materiales, pero sobretodo esfuerzo, empatía y muchas ganas por obtener una efectiva solución ante un problema encontrado de cara a la práctica deportiva por parte de personas con discapacidad.
El kin-ball es un ejemplo de que hasta los deportes más innovadores y menos conocidos pueden ser jugados por muchos más colectivos que los que habituamos a ver.
Este deporte cooperativo y a la vez sanamente competitivo no requiere ninguna adaptación extra para personas que requieran el uso de silla de ruedas que tengan motricidad en los miembros superiores del cuerpo. Pero al igual que para esta discapacidad, el kin-ball (y el resto de juegos) pueden ser fácilmente adaptados a personas con otras discapacidades. Deja volar tu imaginación, ¡Porque juntos podemos!
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