Mi amigo Pedrito, un chico pequeño ¡y muy grande!

Era un niño normal, corría y jugaba a todas horas con sus amigos, iba de un lado para otro y no se estaba quieto. 

Hace dos años Pedrito nos dejó, pero hasta ese momento continuó siempre haciendo estas cosas, ¡no paraba! La diferencia es que debido a una enfermedad degenerativa tenía que hacerlo junto a su silla de ruedas. Al principio esta era manual y la llevaba él solo, a continuación los familiares y amigos le empujaban y más tarde utilizó una mecánica aunque propulsada por él mismo mediante una palanca.

La energía de Pedrito nunca decayó. Escribía poemas preciosos, no paraba de contar chistes graciosos y daba consejos a los amigos muy acertados. Siempre estaba con sus amigos de la universidad o de la urbanización, le gustaba vernos jugar al fútbol, baloncesto y tenis, dábamos paseos con él, etc. Pero además de sus hobbies, Pedrito siempre me decía que querría practicar algún deporte como hockey en silla de ruedas. Entre una cosa y otra, Pedro nunca llegó a encontrar un equipo de este deporte adaptado en Alicante, nosotros no supimos ayudarle.

Igual que este caso, estoy segura de que hay muchas más personas dispuestas a practicar algún deporte adaptado y por desconocimiento de estos y de las posibilidades que ofrece su ciudad no llegan a probarlo. Por ello, animo a que todos los clubes que trabajan con estos colectivos logren que llegue información deportiva a todas las personas con discapacidad física  o psíquica, y a que los municipios les ayuden con este proyecto. Porque muchos quieren, pero todos pueden.