Cada martes, un colegio diferente proveniente de toda la provincia de Alicante, visita las instalaciones del CRE de la ONCE para realizar una jornada de sensibilización.
En ella, los niños aprenden a respetar a sus compañeros con discapacidad visual u otras personas con este problema, a comprender las dificultades que la falta de visión supone, aprenden a disfrutar y valorar las actividades creadas o adaptadas para ellos y a cómo ayudarles cuando lo necesitan. Todo ello lo aprenden pasándoselo bien durante una mañana entera donde visitan el centro tiflo-tecnológico y prueban los recursos tecnológicos que utilizan los ciegos, aprenden a leer y escribir palabras básicas en Braille con la máquina Perkins y aprenden el único deporte creado para ciegos: el goalball.
Es aquí donde yo, como estudiante de CAFD, colaboro con el CRE. Explico el centro, los deportes de la Federación Española de Deportes para Ciegos, pongo un vídeo ilustrativo y explico las características del goalball y cómo vamos a llevar a cabo la práctica, en la cual, el especialista y yo arbitramos los partidos.
Los niños suelen portarse muy bien. Unos son más participativos que otros, unos más educados o más hábiles... pero se puede decir que todos disfrutan de este juego y se quedan con ganas de más.
Algunas cosas graciosas que ocurren durante estas prácticas son por ejemplo:
-Niños que pasan el balón a algún compañero y meten gol en propia
-Niños que meten muchos goles y creemos que están viendo pero probamos sus gafas y se ve todo negro
-Niños que se ponen las gafas y dicen preocupados: -¡No veo nada! Pues de eso se trata...
-Un niño con Síndrome de Down que marcó un gol impresionante en el último momento de la práctica dando la victoria a su equipo. Toda su clase, incluidos los de la grada, lo celebraron y corrieron a él a felicitarle. La alegría que su cara reflejaba no la puedo borrar de mi mente.
-Niños que no suelen destacar en el deporte y sí que lo hacían en éste.
-Niños que se desorientaban muchísimo y lanzaban hacia el banquillo o golpeaban al árbitro.
-Profesores que participaban en los partidos y lo hacían peor que los niños.
-Y mucho más.
Pruébalo, sensibilízate y descubre cómo pasan cosas graciosas durante su práctica. Lo disfrutarás.
Este deporte es impresionante, la calidad de las jugadas, la precisión de los pases y los remates es altísima. Recomiendo a todo el mundo que si no lo ha visto nunca, vaya a ver un partido
ResponderEliminarNo conocía esta iniciativa y me parece muy enriquecedora y positiva para todos los niños. Es importante que todos, como futuros docentes, nos concienciemos de la importancia de promover jornadas de este tipo donde los niños puedan empatizar y sentirse realizados prestando ayuda a cualquier compañero que lo necesite.
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