Nuestra primera experiencia con el deporte adaptado, fue en una asignatura de la carrera. En ella tuvimos la oportunidad de vivenciar en primera persona lo que era el deporte adaptado. Fue una buena experiencia que nos abrió un poco más la mente y ver la dificultad que pueden tener las personas con discapacidad y que gracias al deporte consiguen superarse y encontrar una motivación y autoconfianza.
El trabajo que más nos marcó fue el de realizar una adaptación curricular a una niña llamada Nika, el objetivo marcado era que la niña pudiera manipular el stick y a la vez desplazarse, para ello con materiales muy sencillos como los que se ven en la fotografía se consiguió adaptar al andador un apoyo para el stick, en el que pudiera dejarlo en el momento que se quisiera desplazar. Finalmente, después de muchas pruebas e intentos, se consiguió cumplir con el objetivo propuesto, y lo que es más importante con materiales fáciles de conseguir.
En la siguiente fotografía se puede observar la adaptación que se hizo al andador. La alumna con una encefalopatía congénita no evolutiva puedo realizar la actividad con sus compañeros y disfrutar de las ventajas que tiene el deporte como cualquier otro niño de su edad y nosotras nos fuimos a casa con la satisfacción de haber ayudado a una niña a realizar Educación Física y lo que es más gratificante verle la sonrisa siempre en la cara mientras jugaba con sus compañeros.
A veces las adaptaciones aparentemente más complicadas tan sólo requieren ingenio y por supuesto, predisposición. Gran trabajo!
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